domingo, 11 de mayo de 2014

Mastermind de Educación en casa y Crianza Consciente: Apredizajes y Reflexiones – Parte I


Hace un par de meses que comencé a ser parte de un grupo de madres interesadas en estos dos temas: La Educación en casa y la Crianza consciente. De la educación en casa he hablado algo en posts anteriores; el tema es extenso y probablemente más adelante compartiré apartes de libros que he ido leyendo, sin embargo, ahora sólo me limitaré a decir que una vez hecha la elección existen diversas formas de hacerlo. El espectro contempla desde el Homeschooling riguroso (escuela en casa) hasta el Unschooling (Aprendizaje autónomo), pasando por estilos más eclécticos, más o menos estructurados y todos ellos muy válidos. Lo importante es encontrar la forma que más se ajusta a las necesidades de tu hijo y tu familia en general. Las circunstancias de la familia evolucionan y al igual las necesidades del niño, por tal motivo es importante ser consciente que elegir uno de estos enfoques no implica permanecer fiel a él de por vida. 

En cuanto a la crianza consciente me permito citar a Mariela Cacciola: “Para ser consciente en la crianza es importante aceptar nuestro pasado, interrogarnos a cada paso y comprometernos a cada instante. Desde la crianza consciente se ve a los hijos como maestros, los padres guías y el crecimiento compartido. La crianza consciente es animarse a crecer junto a nuestros hijos” (http://dulcecrianza.blogspot.com.es/2014/01/que-es-la-crianza-consciente_22.html )Para complementar este tema, creo que el artículo de Yvonne Laborda sobre crianza con consciencia es igualmente esclarecedor (http://welivelearning.blogspot.com.es/2012/03/crianza-convencional-versus-crianza-con.html ). Aunque el título de nuestro Mastermind menciona sólo la crianza consciente, tengo que decir que el espíritu que se respira en nuestro grupo de madres y que inspira muchas de nuestras reflexiones también va en sintonía con la crianza respetuosa y con apego. Os comparto un par de artículos sobre las mismas, de Mariela Cacciola (http://dulcecrianza.blogspot.com.ar/2012/08/la-crianza-con-apego-mas-alla-de-la.html y http://dulcecrianza.blogspot.com.ar/2012/02/en-sus-zapatos-empatia-y-respeto-con.html ) que terminan de darle forma a la filosofía que existe detrás del tipo de crianza que deseamos aplicar con nuestro hijo.

El grupo se conformó, como mencioné en el apartado anterior, bajo el formato de un Mastermind, en palabras de nuestra madre-coordinadora, María José Cifuentes: “un grupo de gente altamente comprometida que se reúne en espíritu de armonía con un propósito común”. Nuestro Mastermind estaba estructurado en 4 módulos:

1) Cómo gestionar situaciones de conflicto con parientes y familiares críticos de nuestra decisión de educar en casa.
2) Desescolarización Mental y tiempo libre.
3) Los premios, los castigos, las amenazas y los límites.
4) La organización del tiempo y la socialización de nuestros hijos.

Tengo que reconocer que ha sido una experiencia maravillosa y enriquecedora de principio a fin (lo de fin es un mero formalismo porque aunque el Mastermind ha terminado nuestro grupo continúa más vivo que nunca). El espíritu de armonía ha sido clave en nuestro compartir “virtual” ya que cada una comparte y reflexiona desde su vivencia; sin juicios, con total honestidad. El respeto por la intimidad y el proceso del otro es absoluta. No existen expertos, las aportaciones de todas conforman la Mente Maestra. El estímulo es diario y la conexión emocional cada vez más intensa. Mi sentir frente a este grupo lo resumiría diciendo que sois mi tribu, mi tribu de madres sabias. Para ampliar un poco más este planteamiento quisiera compartir las siguientes palabras de un autor que me inspira:

"Encontrar tu tribu ofrece algo más que ratificación e interacción, por muy importantes que sean estas cosas. Proporciona inspiración y provocación para elevar las expectativas de tus propios logros".
"Cuando las tribus se concentran en un mismo lugar, las oportunidades de que se produzca una inspiración mutua pueden ser intensas".

Ken Robinson – “El Elemento”

Dentro de nuestra comunidad del Mastermind hemos compartido reflexiones que considero que vale la pena atesorar por la trascendencia de las mismas y la utilidad de los aprendizajes que han permitido. A continuación, comparto algunas de ellas (por respeto a la intimidad de mi tribu, sólo os comparto las propias):

Módulo 1: Cómo gestionar situaciones de conflicto con parientes y familiares críticos de nuestra decisión de educar en casa.
  • “Creo que poder aceptar que el otro está en un punto totalmente diferente al mío, que tiene otros intereses distintos a los míos y que sobre todo es feliz como está sin cuestionarse las cosas, es liberador. A mí me sirve para ser mucho más empática. Yo he aprendido que el respeto por el ritmo del otro es vital en las relaciones, de todo tipo, parentales, fraternales, de pareja, laborales, paterno-filiales, etc...Supongo que muchas veces nos cuesta resistir la tentación a forzar ese tiempo, por una necesidad de conexión con el otro. Es entonces, cuando entiendes que las relaciones son distintas y que es mucho más enriquecedor y sano, recibir con entusiasmo lo que esa persona puede darte que quejarte eternamente por lo que no puede ofrecerte. También creo que es muy importante hacer un ejercicio de autoreflexión e identificar si esa necesidad de cuestionarse las cosas (que para mí significa necesidad de crecimiento) es prioritaria para nosotros o fácilmente negociable, en qué espacios?, con qué personas?, en qué momentos de nuestro ciclo vital?”

Módulo 2: Desescolarización Mental y tiempo libre.

  • “Para mi desescolarizarme es precisamente eso...aprender viviendo. Es tener la capacidad de confiar en mi hijo, en su ser, en su potencial, en su curiosidad innata. Es romper ese código que se nos cuela hasta lo más profundo de nuestro ser, en tantos años de cole, como dice Yvonne, romper con la creencia de que solo se aprende si alguien más nos enseña. Es que lo peor es que lo terminamos creyendo".
  • Cuánto nos cuesta resistirnos a las comparaciones, ya no sólo con otros niños, si no con las benditas “medias” que están presentes en todo (la media de crecimiento, la media del desarrollo de lenguaje, la media en desarrollo cognitivo, en maduración motriz, física, etc…) “Hablando de comparaciones...qué bien sería disfrutar de los descubrimientos de nuestros hijos sin preocuparnos por todas aquellas cosas que todavía no sabe hacer.  Me duele reconocer que han habido  momentos donde me he dejado viciar por estos comentarios y he subestimado a mi chiquitín. Lo siento como una traición. Una traición a su enorme potencial y a su florecer único y maravilloso. Algunas noches cuando me tumbo en la cama a darle el pecho le pido disculpas por mi falta de confianza, os puede parecer exagerado, pero lo necesito. Por eso agradezco profundamente estos espacios y toda aquella información diferente que me llega, me resuena y me limpia de todo esto, permitiéndome reconciliarme conmigo misma y ver a mi hijo tal y como es; disfrutando de sus descubrimientos, de sus intereses, de su carácter y de su crecimiento”.
  • A raíz del proceso de cambio de dos compañeras de tribu y agradeciendo su apertura y generosidad al compartirlo con el resto, se me disparó la siguiente reflexión: Siempre me ha maravillado la capacidad que tiene el ser humano para re-inventarse, es realmente inspirador. En mi formación como psicoterapeuta recuerdo un profesional muy humano, irreverente y creativo, Michael White, impulsor del Enfoque Narrativo dentro de terapia y quien planteaba que al cambiar las historias dominantes que rigen nuestra vida (no soy inteligente, no soy creativa, no llegaré lejos en esta vida, no soy capaz, no merezco tu afecto, etc...) por otras historias mucho más sanas y auténticas, historias que nosotros mismos escribimos desde nuestros infinitos recursos, logramos cambiar nuestra realidad. Esas nuevas palabras que introducimos en nuestro vocabulario, en la descripción de nosotros mismos, se van arraigando cada vez más hasta convertirse en una nueva historia dominante de nosotros mismos, cambiando la forma como nos percibimos, como nos sentimos e incluso como actuamos”.
  • Hablando de la preocupación por el “futuro académico” de nuestros hijos: “Si reconozco que a mi mente aún muy escolarizada le da cierto temor este tema. Sin embargo, conforme me voy informando (experiencias de adolescentes, de padres, alternativas de educación formal y profesional) me voy relajando. Supongo que me siento en la obligación de informarme para saber que esta elección que hemos hecho no le va a privar de ciertas oportunidades. El futuro es impredescible, mi hijo tiene 3 años, no tengo la menor idea si le apetecerá ir a la Universidad o no,  o si para entonces los accesos a la misma sigan siendo de la  misma manera. De todas formas, quiero contemplarlo, ya que de momento mi hijo no puede considerarlo por sí solo. Y sí ,lo contemplo, pero no dejo que me paralice. Es tan coherente para nuestra familia y sus valores esta forma de educar y estamos tan convencidos de estar dándole herramientas valiosas a nuestro hijo para el florecer de su potencial, que cobra más importancia para nosotros educarle para ser y no para saber. Como decía Robinson en algunos de sus vídeos, que bien que un día mi hijo pueda decir cuando le pregunten por lo que hace...."no es lo que hago...es lo que soy".
  • "Yo creo que en este proyecto de vida, de educar sin escuela, es importante que nos centremos en nuestras necesidades presentes, reales...considero que es más útil y en nuestro caso particular nos evita un gasto de energía innecesario preocuparnos por algo que no sabemos cómo será realmente. Estas preocupaciones si les das muchas vueltas pueden convertirse en obstáculos".
Módulo 3: Los premios, los castigos, las amenazas y los límites.
  • http://welivelearning.blogspot.com.es/2014/03/la-influencia-de-nuestra-infancia-la.html “Qué maravilla de artículo. Qué reflexión tan profunda y útil. No tiene desperdicio...me conmovió aquello de "honrar nuestras emociones para poder honrar las de nuestros hijos". El ejercicio de "qué me pasa a mí cuando tú me dices o haces algo y qué necesidad no satisfecha hay detrás de mi enfado"...revelador; y lo de hacerme cargo de mi niña interior, de sus heridas y sus frustraciones me ha resonado un montón ahora como madre (en su momento lo hice cuando iniciaba la relación con mi pareja, de vez en cuando lo sigo haciendo, pero ya sabéis que en los comienzos nos solemos sentir más vulnerables y ese niño interior está a flor de piel un día sí y otro también)”.
  •  En relación con los límites: “Creo que este es uno de los mayores puntos de reflexión como padres en la crianza diaria de nuestro hijo. Con el permiso de Yvonne quisiera citarla en estas líneas. Hace unos meses en uno de sus vídeos sobre crianza consciente dijo algo que llevo conmigo en todas y cada una de las interacciones con mi hijo: "Cuando le pedimos algo a nuestros hijos, es importante ser conscientes de qué es lo que les estamos pidiendo". Contundente! No os imagináis la reducción drástica de rabietas de mi hijo. Pero no porque se haya vuelto más "obediente" es porque yo ya no le pido cosas que en realidad no tienen ningún sentido o que necesitan hacerse si o sí de la forma que yo digo, porque lo digo yo y porque soy su madre. Por ejemplo: al salir de casa para el Cole Tomás siempre se lleva consigo un juguete de casa que le hace gracia, por lo general sus coches. Claro eso implica que mamá tiene que estar atenta que no terminen perdidos por el suelo, y que al llegar al cole me los de porque es regla no llevar juguetes propios a la clase. Pues yo muy radical, no salen los juguetes de casa, lloros, pataleta, etc...Pues no tenía sentido....vale, hay que respetar la norma del cole pero podemos llegar a una solución consensuada. Ahora, Tomás coge sus coches, mamá está pendiente que no se pierdan, y al llegar al cole antes de entrar a su clase él mismo los guarda en su mochila. Los tiene durante todo el día en la mochila y al llegar a buscarlo es lo primero que me pide, pero santo remedio. Respeto su necesidad de coger algo de casa y respetamos la normativa del cole. Creo que en este tema la reflexión que nos propone Yvonne en su artículo sobre nuestra infancia es vital. Porque muchas veces el “no”, lo utilizamos como una simple herramienta de poder y si queremos que nuestros hijos piensen con criterio y no "traguen entero" proporcionemos un ambiente en casa donde sea lícito actuar en consecuencia. Sí, tal vez nos resulte incómodo ser cuestionados continuamente, pero que mejor oportunidad para crecer como seres humanos y como padres”.
  • Hablando sobre mi Meta semanal: "Darle tiempo a mi hijo para que se equivoque y descubra las cosas por sí solo". Llevo trabajando en esto hace tiempo...he mejorado mucho...pero me sigo apresurando a ayudarle en muchas ocasiones donde me podría esperar perfectamente a que pida ayuda, si así lo desea. Mi pareja es mucho más relajado en este tema, y gracias a su actitud me di cuenta que yo interfería demasiado. Me cuesta me cuesta...supongo que para que él no se sienta "sólo ante el peligro...abandonado". Una creencia totalmente irracional, porque en la mayoría de las ocasiones cuando intervengo,  se enfada. Además, es tan maravilloso cuando espero observando atentamente y le veo brillar al descubrir que puede hacerlo por sí solo. Pues bien, tengo una idea...no sólo me lo voy a poner de meta, lo voy a documentar, así no sólo seré consciente de mi progreso si no que reforzaré la confianza en mi hijo al ver todas las cosas que logra por sí solo”.
  • Continuando con la reflexión sobre interferir demasiado….“Lo he podido constatar con mi hijo...cuando no interfiero, cuando le dejo ser, cuando le acojo y le valoro cómo es, lo que le gusta y lo que le interesa le veo brillar, os lo juro...sus ojitos se iluminan. Recuerdo algo que comentaba una de las madres sabias de mi tribu y que me estremeció por dentro: "querer a un hijo no garantiza que se sienta querido", es cierto. Hay que estar alerta! Sin embargo, cuando esos ojitos me miran con esa luz tan especial es como si me dijeran mamá soy feliz, de ser quien soy y de que me ames por ello”. 
  • Respondiendo a  la pregunta de qué hacer cuando estoy saturada y no logro interactuar con mis hijos desde el respeto y la empatía: “Bueno yo os cuento lo que suelo hacer. Si está mi pareja cerca le pido relevo hasta que me tranquilice o me sienta mejor. Si no está, alguna vez me ha pasado, con lágrimas en los ojos de desesperación e impotencia por no sentirme mejor (una vez me pilló un resfriado que casi no me quito de encima y a mi peque también, y entre que me dolía todo, llevaba días sin dormir y mi pareja tardó en llegar ese día) y ver que él me pedía que le atendiera, que jugara con él...pues chicas no pude...me vine abajo y me puse a llorar, le abracé y le dije que me disculpara por no poder atenderle pero necesitaba descansar para sentirme mejor y poder estar disponible para él. Me miró desconcertado, como si no entendiera, pero que creéis....se me sentó al lado con lo que estaba jugando y se quedó conmigo casi una hora entera hasta que llegó su padre. Otras veces, respiro y respiro y respiro....y ahora con todos estos sabios consejos que recibo en esta tribu, pues pienso entre respiración y respiración cómo me gustaría que me trataran, qué le estoy pidiendo?, de qué forma? y si todo eso no funciona y meto la pata....pues de ahora en adelante utilizaré el "juego de rebobinar" que me parece estupendo”.”
  • Reflexionando sobre el uso de etiquetas positivas, y el condicionamiento de las acciones de nuestro hijo a nuestro reconocimiento y afirmación (qué perspectiva tan interesante): “Tengo un chip dominante que me impulsa a darle retroalimentación positiva a  mi hijo continuamente. Sin embargo, en todo este proceso de reflexión, y gracias algunas charlas de Yvonne, algunos artículos de Alfie Kohn (http://welivelearning.blogspot.com.es/search?q=muy+bien ) y recomendaciones de actuaciones de las compis de esta tribu, pues he cambiado el "muy bien" (ya casi no lo utilizo....casi...de vez en cuando me aflora desde lo más profundo de mi ADN) por descripciones positivas de lo que hace: " lo has hecho tu solito" "pudiste abrir el bote" "has chutado la pelota corriendo un montón de rato"...en fin...y luego me quedo con algo muy chulo que compartió una de nuestras madres sabias: “cuando hacen algo lo recibo con alegría y lo pongo en un lugar especial de la casa”. Si no es nada material, entonces intento mostrarle mi interés al respecto prestándole toda mi atención, con tranquilidad, disfrute y sin prisas”.
Un agradecimiento especial a mi tribu de madres sabias por estos dos meses de intenso trabajo, estímulo y crecimiento. Siento que hoy soy un poco más la madre que deseo ser para mi hijo!

2 comentarios:

  1. Como me ha gustado tu resumen-reflexión sobre el MasterMind. Con tu permiso me lo pondré en mi blog junto con un video para el próximo MM.

    Gracias y ha sido un placer estar contigo durante este camino uqe aún no ha terminado.

    ResponderEliminar
  2. Yvonne nuevamente, gracias por tu apoyo, en muchos sentidos. Alguien me dijo hace un tiempo, de forma muy acertada, que habiendo recibido tanto ya era hora de que comenzara a dar..y aquí estoy ilusionada con que mi experiencia le pueda ser de utilidad a alguien más. El placer es mutuo!

    ResponderEliminar